Por Ramón Bierd (Chayanne)
Mariano Paulino Fernández, es un político que por su trayectoria y comportamiento ante la sociedad, va en un constante crecimiento, tanto personal, profesional y en el plano político.
Su preocupación sistemática por resolver los problemas de su comunidad, así como también extender una mano amiga a los más necesitados, lo han hecho marcar la diferencia entre sus iguales, que han hecho de la política un mercado de demagogias y promesas incumplidas.
Paulino Fernández, excelente hijo, admirable esposo, padre ejemplar, amigo incondicional, que por su accionar político, profesional y humano, ha hecho de la solidaridad su templo y de la honestidad su religión, ha logrado una verdadera sinergia entre su gente, su comunidad y su pueblo, que cualquier político desearía poseer, los cuales todos han intentado y muy pocos lo han logrado.
Mariano Paulino, llamado también el regidor del pueblo, repite como candidato a la misma posición, para seguir representándonos con dignidad y decoro, ante en honorable Concejo de Regidores de la Alcaldía de Santiago, con el único objetivo de seguir sirviendo, de seguir ayudando, de seguir buscando soluciones a los principales problemas que presentan las comunidades y sectores que han creído y confiado en él, eligiéndolo como su portavoz de aquellos que no tienen voz, pero que exigen mejor calidad de vida.
Por su excelente e incomiable trabajo realizado como concejal, la ciudadanía esperaba que Paulino, se lanzaría a buscar una candidatura a diputado, pero optó por seguir como candidato a regidor, porque su misión no es de ambición, sino, de servir, siente que debe madurar como servidor público, para luego dar el salto a otras posiciones electivas, las cuales, el electorado y la población, sabrán valorar.
Mariano vuelve como regidor por la circunscripción #1 del municipio de Santiago, ahora por el Partido Fuerza del Pueblo y con el voto del pueblo, porque ha cumplido, porque ha servido, porque su compromiso con la sociedad lo ha tomado con seriedad, responsabilidad, entereza y capacidad. Los hechos son el mejor ejemplo para celebrar con orgullo la satisfacción del deber cumplido.
¡¡Mariano Paulino, vuelve porque resuelve!!