Por: Pedro René Almonte M.
Cuando me atrevo a llamar “pandemia” a los accidentes de tránsito es porque realmente lo son, y cuando digo que se pueden evitar, estoy totalmente seguro que pueden reducirse considerablemente. Algunos datos me servirán parar dejar claro que estamos frente a la segunda causa de muerte en la República Dominicana… ¡Increíble!
En quince años (2007-2021) murieron en el país 27,608 personas en accidentes de tránsito, según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Esto representa un promedio de 1,840.5 muertes por año. En el año 2021 fue la principal causa de muerte en el país. Cuando muere gente saludable y joven que hubiese tenido un futuro prometedor, y gente no tan joven, pero productiva para nuestra sociedad, lo primero que nos viene a la mente es: “Esa muerte se pudo haber evitado”. En muchas ocasiones sí se puede evitar, y otras tantas es porque ya al reloj de la vida se le acabaron los segundos, y en un segundo se nos va la vida.
En tal sentido, debemos tener claro que para que ocurra un accidente debe fallar uno de estos tres componentes o una combinación de ellos: 1. Conductor 2. Vías 3. Vehículo. Conductor: falta de descanso, falta de educación vial, ingesta de alcohol o drogas, uso del celular, descuido al volante. Vías: Falta de infraestructura vial y mantenimiento adecuado de las vías. 3. Vehículo: óptimas condiciones de uso de los vehículos. Y en el punto 3 voy a desarrollar algunas consideraciones.
Recientemente salieron a la luz unas declaraciones por parte del presidente del colegio de abogados, asegurando que la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) tendría un costo desproporcionado para los conductores, asunto que fue desmentido por la entidad competente (INTRANT). Es seguro que algún costo deberá tener, porque brindar el servicio para fiscalizar que los vehículos estén en condiciones de transitar por nuestras calles y avenidas jamás podrá ser gratis ni subvencionado por el Estado. Los dominicanos deben mentalizarse que en algún momento deberán pagar por este servicio, y estoy aún más seguro que el monto a pagar por el servicio será el adecuado y se establecerá en el momento indicado, porque todo lo que sea sacar dinero del contribuyente tiene un costo político.
Lo que costará la ITV, jamás se podrá comparar a lo que cuestan los accidentes de tránsito en pérdidas humanas, pérdidas materiales, tratamientos psicológicos y rehabilitación física-motora. Sin orden nunca habrá progreso… ¡Avancemos!
