Por: Ramón Bierd (Chayanne)
Cuando un dirigente de la talla de Silvio Durán, toma la inesperada decisión de renunciar del Partido de la Liberación Dominicana, porque no le dejaron otra opción, hay que revisar y analizar con profundidad que está pasando en ésa organización fundada hace 50 años por el Profesor Juan Bosch.
El PLD, se está desangrando, se está desvaneciendo y la alta dirigencia de ésa entidad politica, encabezada por su presidente y líder, Danilo Medina, no sé están dando cuentas de la magnitud de lo que están perdiendo y de lo que están dejando ir.
Dejar ir al Ing. Silvio Durán, un hombre fiel y leal al expresidente Medina, es sencillamente, una baja sensible y una estocada mortal a quien en el pasado fue el partido más poderoso de República Dominicana, en donde todos sus dirigentes se creyeron reyes y los demás, lacayos subordinados a sus decisiones.
Silvio Durán, no es un dirigente cualquiera, ni un general sin tropas, es un comandante con ejército, con personas valiosas que lo siguen y lo apoyan donde quiera que se vaya, porque sembró para cosechar y hoy puede exhibir con orgullo, los frutos de su cosecha.
El exdirector general de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN), fue el funcionario más fiel y colaborador que tuvo las bases del atrora Partido de la Liberación Dominicana, cuando gobernó el país por más de veinte años, en donde todos sus miembros que se sentían desamparados, encontraban refugio en la institución que dirigía, sin importar a que parcela pertenecía dentro del partido.
Silvio, tomó la decisión de marcharse del único partido al que perteneció y el que creyó, al cual fue siempre leal y obediente, organización que al final no valoró sus méritos, ni sus aportes, dejando escapar un activo con capacidad gerencial y político, serio, honesto, noble, humano y servicial.
Silvio Durán, no necesita al PLD, es el PLD que necesita hombres como Silvio, porque hombres como él, suman y no restan, multiplican y no dividen, tienen soluciones sin crear controversias y aportan sin pedir nada a cambio, porque su misión es servir, para aportar a la patria sin pasar facturas.
Silvio Durán, renunció del Partido del color morado y la estrella amarilla, se fue porque cumplió su ciclo, lo dejaron ir, porque lo creyeron abatido y derrotado, craso error, no se sorprendan si muy pronto lo vemos alzando vuelo y haciendo verano con todas las golondrinas que lo siguen.
