Por Juan Tatis
La sociedad de Santiago siendo elitista, criterio excluyente, clasista y desfasado, que no comparto para nada, ha tenido presidentes y coordinadores provinciales en los principales partidos políticos del sistema democrático, que conocieron como el que más, el olor de la pobreza.
La discusión de clasificar a las personas en gente de primera y gente de segunda quedó en el pasado lejano de la actual composición social dominicana.
En Santiago, los distintos partidos políticos han tenido hijos de Machepa en su presidencia y jugaron papeles fundamentales para el avance de sus respectivas organizaciones.
Como ejemplo citaré a los que condujeron al pld a su crecimiento y desarrollo, así como también a triunfos consecutivos:
Adalberto Rosa, Nelson Sánchez, José Izquierdo, José Arturo Tatis y el que más años estuvo al frente del partido por más de dos décadas, Ramón (Monchy) Rodríguez.
A muchos de esos dirigentes exitosos en su tiempo ya le pasó su carnaval.
Esos dirigentes llamados de la “élite política “encabezan todavía la Fuerza del Pueblo habiendo perdido de forma vergonzosa las elecciones del 2020, en la que no ganaron ningún ayuntamiento de 26 de la provincia, ningún diputado de 18 de la provincia y en el 2024 solo ganaron 3 diputados, perdieron todos los ayuntamientos y la Fuerza del Pueblo obtuvo el último lugar,
el peor resultado electoral de todas las provincias del país.
Santiago fue para la Fuerza del Pueblo la vergüenza nacional de las llamadas élites que la representan.
En favor de mi amigo Hipólito Martínez, debo destacar que prestigiaría a la Fuerza del Pueblo si lo colocan al frente de la FP en Santiago y con su capacidad gerencial, así como su vocación democrática, más el respeto bien ganado en todos los sectores políticos y sociales de la República Dominicana, con la entrega voluntariosa de las causas que asume, no habría ninguna duda de que como presidente de la FP en el municipio de Santiago, ese partido daría un gran salto hacia delante.