Por Hipólito Martínez
El partido fundado por el presidente Leonel Fernández cerró de manera exitosa el primer Congreso Nacional ordinario, Franklyn Almeyda Rancier, tras convertirse en la primera fuerza de oposición en el pasado proceso electoral del 2024, entra ahora en una etapa de consolidación e institucionalización partidaria y se prepara para iniciar el camino hacia el Palacio Nacional, en el certamen electoral pautado constitucionalmente para el tercer domingo de mayo del 2028.
La auditoría y validación de su militancia, el diagnóstico electoral realizado, las reflexiones, conclusiones y nuevas propuestas consensuadas en todos los documentos aprobados en las 21 mesas temáticas, sirven de guía fundamental para el accionar de los pueblistas en los 36 meses que tienen por delante como principal partido de la oposición, para ajustar la maquinaria organizacional, encender sus motores turbos y convertirse en el partido de gobierno con la elección popular del 2028.
El presidente Leonel Fernández en su discurso de clausura expresó: “Los dirigentes deben bajar los egos”, y en consecuencia se interpreta en buena lógica política que los dirigentes Pueblistas también deben, abrir los brazos , marcar el paso, tocar clarines y trabajar de sol a sol de forma democrática, sistemática , incluyente y participativa en base a un plan político cuyo objetivo principal sea la conquista de todos los segmentos poblacionales para la toma del poder político en el venidero certamen democrático .
En ese sentido, el Partido Fuerza del Pueblo está llamado a interpretar, representar y asumir las demandas y aspiraciones de todos los núcleos sociales urbanos y rurales, en todas sus manifestaciones culturales , deportivas, sociales, religiosas, económicas y políticas para construir la mayoría electoral del pueblo Dominicano.
Desde luego, que para hacer posible la marcha democrática de la Fuerza del Pueblo hacia el palacio Nacional, la dirigencia del partido debe dar un gran paso y es aprovechar el Congreso Elector Manolo Tavarez Justo para producir los cambios en las estructuras partidarias a lo largo del territorio nacional y las seccinales del exterior, colocando con el voto de conciencia, a los dirigentes que encarnen genuinamente el espíritu y la mística del proceso de renovación democrática que exigen las actuales circunstancias históricas.
La elección del liderazgo que habrá de conducir a la Fuerza del Pueblo todo el trayecto hacia el Palacio Nacional debe combinar la llamada fórmula del equilibrio perfecto, con la selección de un 50 por ciento de líderes con la experiencia de las canas y el restante 50 por ciento conformado por la energía revolucionaria de las mujeres y los jóvenes más dispuestos a ser los protagonistas de la nueva historia de la Patria Quisqueyana.
Con la aplicación del principio de la inteligencia colectiva y la convicción certera de poner cada cosa en su lugar, llegó la hora de elegir de forma mayoritaria, con el voto masivo de los dirigentes a los hombres, mujeres y jóvenes más capaces, voluntariosos y dispuestos bajo cualquier circunstancia a no perder ni un instante en la búsqueda de la confianza ciudadana y coronar todos juntos una nueva victoria política del Pueblo Dominicano.
