Por Hipólito Martínez
A propósito del 212 aniversario del natalicio del Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte Diez y los 181 años de la Independencia Nacional, se hace menester destacar los aspectos más relevantes del perfil político y el liderazgo empatico, visionario y democrático del más brillante forjador del destino Dominicano.
El 26 de enero de 1813 es una fecha memorable de la llamada España Boba, periodo de verdadera calamidad colonial, época de crisis en todo el sentido de la palabra, dependencia política, pobreza económica, precaria identidad nacional y sin embargo, con Juan Pablo Duarte nació toda una generación gloriosa, llamada a independizar la nación y con ello a crear las bases del desarrollo político, económico y social del pueblo Dominicano.
A partir de 1829 Duarte se perfiló en términos intelectuales, con apenas 16 años en plena adolescencia, emprendió su primer viaje por Estados Unidos, Inglaterra, Francia y finalmente España, donde permaneció varios años dedicado con avidez a los estudios profundos del contexto político internacional y aprendió los fundamentos de las teorías políticas y sociales predominantes en la Europa transitoria del absolutismo monárquico al liberalismo político y económico.
Juan Pablo involucró en el proceso de lucha por el triunfo de la causa independentista a los jóvenes y figuras más relevantes de su generación, conformó grupos dramáticos, impartió cátedras privadas, participó en las logias masónicas, practicó artes marciales , recibió adoctrinamientos y practicas militares, intercambio ideas con los líderes haitianos que buscaban el derrocamiento de Boyer y cómo se sabe, impulsó y desarrolló la Sociedad Secreta la Trinitaria, el primer instrumento político para la liberación dr la Sociedad Dominicana.
En el liderazgo visionario de Duarte se manifiestan los rasgos distintivos de un demócrata completo, un ciudadano de fe insuperable y un verdadero revolucionario de la historia nacional, articulando la magia de su carisma con la fe de todo un pueblo en un proyecto histórico que hizo nacer a toda prueba, un República, libre, soberana e independiente de toda potencia extranjera.
El manifiesto del 16 de enero o declaración de independencia de los pueblos de la parte este de la isla de Santo Domingo, el proyecto de la Constitución Duartiana , el juramento trinitario, el ideario del Patricio , las decenas de cartas planteadas, así como la integración militante a todas las tareas definidas en las asambleas de los grupos en acción, nos revelan la figura de un intelectual depurado, un líder de grandes luces, justamente a la altura de las figuras más preclaras de los procesos independentistas de los pueblos de America Latina y el caribe.
La honestidad , transparencia , solidaridad, heroísmo, persistencia, mística, entrega, constancia, valor cívico , respeto, vocación de servicio y el patriotismo más acrisolado sólo son algunos de los atributos principales sobresalientes de la trayectoria política del insigne luchador del independentismo del pueblo Dominicano.
El ejemplo eternamente revolucionario de Juan Pablo Duarte , modelo de liderazgo democrático demostrado en todas las acciones de la vida más activa dedicada al país, nos invita a recrear y a vivir a plenitud, con gran entusiasmo y lealtad patriótica, este nuevo 181 de la Independencia Nacional.