Por Hipólito Martínez
Atrás quedaron las excusas de la pandemia del COVID 19, los actos de corrupción del gobierno pasado, los 100 días de gracias al nuevo gobierno, los efectos internacionales de la guerra de Ucrania, los ataques de Israel a la franja de Gaza y a los objetivos Iraníes, los reclamos de la oposición venezolana y las acciones terroristas de los grupos haitianos.
Ya Luis cumplió el quinto año como presidente constitucional de la República, un tiempo considerable para evaluar con objetividad las ejecutorias de su mandato, analizar los resultados de sus políticas gubernamentales y ponderar con base cierta las características más notables de la administración Abinader.
A nuestro modo de ver, los servicios públicos de energía eléctrica, salud pública, la educación preuniversitaria y la seguridad ciudadana acusan un evidente nivel de deterioro y pérdida sensible de calidad expresado en la vuelta de las tandas de apagones, la crisis del SENASA, el desabastecimiento de las boticas populares, la falta de aulas y la ocurrencia de hechos delincuenciales que aumentan la preocupación y el miedo del pueblo trabajador.
Cuando la gente observa el aumento de los precios de los productos básicos, sufre las dificultades por la falta de empleos dignos, contempla los escándalos de corrupción en instituciones como el INTRANT y la caja de Pandora en la Policía Nacional, además de saber que hay un festival de préstamos, nunca antes visto en nuestra historia y las obras no terminan de completarse, hay una conclusión obligatoria y es el retroceso latente que vive el pueblo en aspectos básicos de la vida colectiva.
En materia de la improvisación que distingue al llamado gobierno del cambio, la misma es alarmante, preocupante e inaceptable, la cual se puede resumir con los siguientes ejemplos:
La inauguración de la primera etapa del teleférico de Santiago por un costo de más de 6 mil millones de pesos, medio de transporte que nadie utiliza, el anuncio de la eliminación de instituciones como el ministerio de Educación Superior Ciencias y Tecnología , el proceso de fusión de otras instituciones claves, la entrega de miles de pensiones especiales a personas que nunca han servido al Estado, el modelo de inauguración de obras inconclusas o por etapas, las cuales el pueblo no puede utilizar y la presentación de un conjunto de reformas, como el Paquetazo fiscal , iniciativas que se quedan en el aire o son olímpicamente retiradas cuando llegan las lluvias de críticas por parte del pueblo Dominicano.
Los 5 años de Luis han fluido en promesas políticas como si el mandatario fuera un eterno candidato presidencial, ofrecimientos vacíos que el propio presidente se cansa de mencionar desde la asamblea nacional y luego deja de lado, como si nada le importara, enfocándose cual experimentado profesional de la demagogia, en otras promesas, las cuales también, quedan en la categoría que le corresponden .
La carretera del ámbar, la circunvalación de Navarrete, la ampliación de la carretera Luperón en Santiago, las obras de la extensión del contrato de Aerodom, la justicia independiente, la solución del problema migratorio, la reforma policial, la aprobación del código penal con las 3 causales, las 11 mil viviendas por año, la elevación a municipio del Distrito Municipal Santiago Oeste y la creación de miles de empleos por año para los jóvenes y mujeres, son algunas de las promesas reiteradas del presidente moderno.
La consecuencia fundamental de la combinación de las características que resumen la administración del presidente de turno, a 3 años netos de cerrar sus dos períodos constitucionales, será la ira popular y la acción soberana de acudir a las urnas para cobrarle al PRM , el prometido cambio, que representó para el pueblo, el incumplimiento presidencial, las improvisaciones del ejecutivo y el retroceso en sentido general, de la calidad de vida de la población Dominicana.
