Por Juan Tatis
Como hace un tiempo ya, esta columna definió el concepto político de los “Civilones “ , se hace necesario de entrada recordar de forma precisa que los “Civilones, además de generales sin tropas, abundan en todos los partidos políticos y sin desarrollar ninguna tarea política clave, se ponen al frente de todos los procesos y las estructuras partidistas, no para hacerlas funcionar, sino para impedir que funcionen y para evitar a toda costa, el crecimiento de nuevas figuras y liderazgos políticos.
En términos populares, los Civilones son atrabancos políticos, gentes de mucho renombre político pero de poco accionar y ninguna credibilidad social, así como tampoco aportan votos para impulsar la victoria de ningún candidato.
La Fuerza del Pueblo está llena de Civilones, en la capital y en Santiago, los cuales citamos en su momento. Ahora han salido muchos civilones de la Fuerza del Pueblo a mandar a callar las voces que se han pronunciado, favoreciendo una candidatura del joven promesa Omar Fernández, creando un verdadero escándalo mediático, como lo saben hacer.
Ese partido, La Fuerza del Pueblo, tiene un dueño y lo sabemos , que sólo dejará de ser candidato presidencial si se muere.
La figura fresca de Omar, el cual libró una dura batalla con la Senaduría de la capital, comienza a mencionarse como un potencial candidato presidencial de la Fuerza del Pueblo, lo que no debe preocupar a nadie que quiera el crecimiento de una organización política, porque si una organización depende de una sola persona, como pretenden los Civilones de la FP, entonces su fracaso estará más que asegurado.
Los Civilones de la Fuerza del Pueblo, han perdido el juicio con Omar, están nerviosos y no encuentran qué hacer ni decir, con una precandidatura presidencial, que avanza con mucho ímpetu y se muestra atractiva.
Los Civilones de la Fuerza del Pueblo quieren ser más leonelistas que Leonel , andan llevándose el mundo por delante y no se hacen a la idea de que Omar podría sustituir a su padre en la boleta presidencial de la FP.
En la Fuerza del Pueblo, como en todos los partidos políticos del país, todavía las cosas no está definidas, queda mucho por llover y lo peor que harían los Civilones Verdes y de todos los colores, es pretender impedir las carreras de los aspirantes presidenciales, porque estarían estancando a sus organizaciones.
Esta columna les recomienda a los partidos políticos del sistema democrático de República Dominicana, no hacer caso a los Civilones, porque su empeño es impedir el trabajo de los dirigentes voluntariosos y así evitar el avance de los nuevos líderes en la llamada democracia electoral.